¿Podrían matar las plantas de tu casa o jardín a tu mascota?
LA RICINA
Es una planta muy común en casa y al aire libre. Se la conoce como la ricina y es una de las plantas más venenosas del mundo, Si se come, sus hojas y semillas pueden matar a seres humanos, gatos, perros, conejos y muchos otros animales.
OREJAS DE ELEFANTE
Si tu mascota muerde cualquier parte de esta planta podría terminar con síntomas potencialmente mortales como la dificultad para respirar o tragar. Esta planta de interior es también la cuarta especie venenosa más expuesta para los seres humanos.
LIRIOS
Ingerir una pequeña cantidad de lirios puede llevar a la muerte por insuficiencia renal a los felinos. Tiene una tasa de mortalidad del 100% por su toxicidad si no se trata antes de 18 horas.
DIEFFENBACHIA
Puede causar daños en las vías respiratorias de los animales y seres humanos, hinchándose y evitándoles respirar. Puede provocar irritación en la piel y si entra en contacto con los ojos, causar daños en la córnea.
REGALIZ INDIO
Esta planta de exterior tiene abrina, una de las toxinas más potentes del planeta. Solo con uno de sus guisantes puede causar la muerte.
ESPUELA DE CABALLERO
Esta especie del género de los Delfinios pueden causar temblores musculares, parálisis respiratoria, insuficiencia cardíaca y muerte en gatos y perros.
DEDALERA
Aunque sus extractos se utilizan en productos farmacéuticos para pacientes con insuficiencias cardíacas, la raíz de la planta es extremadamente tóxica para personas, gatos y perros.
CÓLQUICO
También llamado “azafrán silvestre”. Contiene una toxina que causa síntomas que se asemejan a la intoxicación por arsénico, provocando daño a múltiples órganos.
PALMA DE SAGÚ
La Palma de Sagú tiene una tasa de mortalidad de entre el 50 y el 75% cuando se ingiere.
FALSA ACACIA
Se estima que el 10% de los brotes que han quedado expuestos, han causado la muerte. Los síntomas incluyen náuseas, depresión, debilidad e insuficiencia renal.
TEJO
Nunca juegues con una rama de tejo con tu perro. Una pequeña ramita en su boca es una dosis mortal. Y lo que es peor, los síntomas se detectan cuando ya es demasiado tarde.